🍷 En Botija Wines creemos que cada vino encierra una historia

Del lugar donde nació, de quienes lo hicieron posible, y del momento en que decidimos abrirlo. Para disfrutarlo al máximo, hay una herramienta clave que cualquier persona puede aprender a usar: la degustación.

Pero, ¿qué significa realmente “degustar”? ¿Y en qué se diferencia de “catar”? Aunque ambas experiencias pueden parecer similares, tienen enfoques distintos. Y conocer esas diferencias es el primer paso para comenzar a explorar el vino desde un lugar más personal y sensorial.

😊 Degustar: una experiencia subjetiva y placentera

Degustar un vino es una forma relajada de apreciarlo. No requiere conocimientos técnicos, solo ganas de conectar con los sentidos. Se trata de una percepción subjetiva y hedonista, donde cada persona hace su propio juicio de valor, guiado por el sabor, el aroma y el disfrute del momento.

Una degustación puede ser organizada por una bodega, una vinoteca o incluso en casa, entre amigos. Generalmente se prueban pocos vinos, acompañados de comida, música o conversaciones que realzan el encuentro. En Botija, nos gusta pensar la degustación como un ritual íntimo que celebra el aquí y ahora.


🧐 Catar: análisis sensorial con método

Catar, en cambio, implica un enfoque más técnico. Es un análisis objetivo de las cualidades organolépticas del vino (vista, olfato, gusto y tacto), siguiendo protocolos establecidos y utilizando lenguaje específico. Se trata de describir, comparar y valorar el vino con precisión.

Hay distintos tipos de cata según el objetivo: comercial, técnica, varietal, vertical. Se suelen realizar en ambientes neutros, con copas adecuadas y condiciones controladas (luz, temperatura, silencio). Pero más allá del contexto, la cata también se puede aprender con práctica y curiosidad.

🔍 Las tres fases esenciales de la cata

Ya sea para degustar o para catar, hay un orden básico para explorar un vino:

👁️‍🗨️ 1. Fase Visual

Observamos el vino en la copa, inclinándola sobre fondo blanco. Analizamos:

  • Limpidez y brillo

  • Color y matices

  • Intensidad (especialmente en tintos)

  • Presencia de burbujas o lágrimas

Estas características nos dan pistas sobre la edad, el estilo y hasta la posible variedad del vino.

👃 2. Fase Olfativa

Acercamos la nariz a la copa sin agitar, y luego giramos suavemente para liberar los aromas. Evaluamos:

  • Sanidad (ausencia de defectos)

  • Intensidad y complejidad aromática

  • Perfil de los aromas (frutales, florales, especiados, etc.)

Aquí se manifiestan los aromas primarios (de la uva), secundarios (fermentación) y terciarios (crianza o evolución).

👄 3. Fase Gustativa

Tomamos un sorbo y lo hacemos recorrer toda la boca. Valoramos:

  • Entrada (dulzor, suavidad)

  • Evolución (acidez, taninos, cuerpo)

  • Final (retrogusto, persistencia, equilibrio)

Lo que percibimos en la boca es mucho más que gusto: se combinan textura, temperatura y aromas por vía retronasal. La clave está en notar cómo evoluciona el vino en cada momento.

📝 En Botija Wines, cada vino te cuenta su historia

En Botija, no solo queremos que disfrutes del vino, queremos que lo descubras. Por eso, en cada ficha de producto vas a encontrar una descripción detallada basada en las fases de la cata: vista, olfato y gusto. Así, cada etiqueta no solo te dice qué estás comprando, sino que te invita a observar, oler y saborear con mayor atención. Una guía sencilla pero potente para que puedas afinar tus sentidos y conocer mejor tu propio paladar.

🧠 El poder de los sentidos

Aunque solemos darle protagonismo a la vista o al oído, en el vino los reyes son el olfato y el gusto. Ellos nos permiten disfrutar el vino más allá de lo evidente, despertando incluso recuerdos, emociones y sensaciones que guardamos en la memoria.

🧘 Degustar con conciencia: un paso hacia la exploración

No hace falta ser sommelier para catar con sensibilidad. En Botija Wines creemos que cualquiera puede aprender a degustar con atención, guiado por sus sentidos, su intuición y sus ganas de descubrir.

 

Porque al final del día, lo importante no es encontrar el mejor vino, sino encontrar el vino que más te gusta. Y esa búsqueda empieza con una copa, un momento de pausa, y el deseo de conectar.